Para entenderse con los demás, primero hay que saber escucharse uno mismo. Es muy importante saber manejar la comunicación, expresarse con eficacia a fin de alcanzar resultado favorable cuando hacemos uso de ella. La comunicación eficaz entre dos personas se produce cuando el receptor interpreta el mensaje en el sentido que pretende el emisor.
Loros: personas que hablan descontroladamente sin pensar en lo que van a decir, siempre tienen que opinar aunque no entiendan lo suficiente del tema que se está tratando o aunque nadie desee saber su opinión. Les gusta escucharse a sí mismos y ser el centro de cualquier conversación. Cuando alguien les cuenta un hecho que les ha sucedido, casi siempre ellos, también tienen una historia similar que contar. Hablan sobre sí y sobre quienes les rodean, contando historias sin cesar y no tienen en cuenta, si con su relato están aburriendo a quienes les escuchan.
¿Qué razones podemos tener para hablar demasiado?
1. Es probable que se deba a que no sabemos nada y queremos ocultarlo con muchas palabras.
2. Hablamos demasiado cuando creemos que lo sabemos todo y no tenemos nada que aprender del otro.
3. Hablamos demasiado porque nos place escucharnos, es una especie de narcisismo oral.
4. Hablamos demasiado porque lo otro supone empezar a trabajar de verdad.
Busca la brevedad, el poder decir mucho en pocas palabras, piensa que lo que no se puede decir y explicar brevemente, no vale la pena.