Cuídate

¿Das las gracias o agradeces?

By 19 diciembre 2014 No Comments

Desde niños nos enseñaron a dar las gracias. “Hijo, ¿qué se dice?” indicaban mamá o papá. “Gracias, señor, gracias, señora“. Y de mayores seguimos el mismo modelo. Gracias cuando recibimos algo que hemos pedido, gracias cuando nos entregan la compra, gracias si alguien tiene la gentileza sin precedentes de sostener la puerta del metro y evita que no se estampe contra nuestra nariz o nos rompa las gafas. Un acto casi mecánico, signo de buena educación.

Pero, dar las gracias no es lo mismo que agradecer. Agradecer es mucho más, es una actitud, es una manera de estar con los otros, una manera de moverse en la vida. Es poder reconocer a cada momento que aun en la oscuridad, aparece una luz que nos da la pista necesaria para continuar, que en la misma enfermedad hay una oportunidad para crecer, que en los hechos cotidianos, aparentemente insignificantes o mediocres se nos manifiesta un mensaje, que en la agresividad o en la ira del otro hay un pedido de ayuda que nos permite ser grandes por un momento.

Agradecer se parece mucho a bendecir en el sentido más original de la palabra: bien decir, desear el bien, transmitir buena onda, mirada positiva sobre el acontecer difícil que sin duda algo tiene que hemos de aprender. Bendecir es desear el bien sin reservas para los demás y para los acontecimientos de la vida. Quien bendice no juzga, al contrario, permite que crezca la armonía interior, y desde ese lugar dar las gracias será un acto con un sentido mucho mayor que la mera cortesía.

@albapracu

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