Cuídate

Cuanto más te observas más claro te sientes

By 29 marzo 2016 No Comments

Para que uno pueda «estar bien» cuando las cosas van mal sin caer en la negación es imprescindible que identifiquemos al menos dos partes en nosotros, el yo que experimenta y el yo que observa. 

El observador es el punto de partida imprescindible, es la parte interna de nosotros que es capaz no solo de observar y «darse cuenta» de qué ocurre no solo en nuestro entorno físico, sino también en las partes más externas de nosotros: nuestro cuerpo, nuestras emociones, y nuestros pensamientos, como si esas partes de nosotros fueran también parte del escenario. 

Cuanto más estas en estado de «observador», más sientes la armonía interna. Cuanto más sientes la armonía interna más estas en estado de observador. Normalmente estamos en estados intermedios, observamos pero aun nos sentimos identificados con el yo externo -el ego, los pensamientos, emociones y sensaciones físicas- y el observador es como una voz, un guía interno que nos apoya y nos ayuda a tomar consciencia del sufrimiento emocional. Pero hay ciertos momentos de comprensión cuando procesamos un asunto emocional que da el salto por un momento al otro lado y realmente sentimos que somos el observador y vemos a nuestro ego, nuestra personalidad externa y sus esfuerzos por sanarse con un sentimiento de honor y ternura infinitas, y comprendemos como «todo está bien», que aunque haya problemas por resolver, el escenario en sí es una oportunidad y el hecho de que podamos actuar en el es un regalo. Ahí empezamos a experimentar lo que realmente significa «amarse a uno mismo».  Claro que ese estado normalmente dura un momento y pronto volvemos a nuestra perspectiva, pero esa experiencia queda ahí, hemos abierto un camino y cada vez que lo volvamos a experimentar abriremos ese camino.

Nada justifica el sufrimiento. Ninguna situación en la que estés lo justifica, ni ninguna situación futura o pasada te sacará del sufrimiento. El momento de salir del sufrimiento es Ahora. Si esperas que suceda en el futuro, esperarás siempre. El futuro nunca llega. Y el pasado ya pasó. Si vas a elegir dejar de sufrir hazlo ahora, la situación en la que estás es ideal para dejar de sufrir. ¿No lo notas? Cuanto más te observas, más claro te sientes.